Resumen |
Jean Baptiste Poquelin, más conocido como Moliére, creó un teatro de alta maestría, cuyas premisas fundanentales fueron retratar las costumbres de su época de manera entretenida, buscando siempre agradar a su público, constituido principalmente por la nobleza palaciega. Pero tras la jocosidad de sus diálogos y acciones, supo señalar los defectos y virtudes de la sociedad de su tiempo. Ello se puede apreciar claramente en las dos obras de este libro. Los pedantes y los médicos se convirtieron en blanco preferido de sus críticas por su vanidad, la inflexibilidad en sus juicios y su ridícula jerga profesional. Y para evidenciar tales vicios, Moliére se vale del engaño, el disfraz y la parodia, tres recursos paradigmáticos de la comedia. Enfermos imaginarios, doctores falsos, amantes apasionados, esposas codiciosas y vulgares mercenarios de la muerte se dan cita en estas obras, ocasionando toda clase de escenas divertidas y reveladoras. |