Resumen |
Entre el 11 de febrero de 1990 y el 10 de mayo de 1994, Nelson Mandela pasó de ser el prisionero político más famoso del mundo a presidente de su país. Fueron cuatro años vertiginosos y fascinantes que dieron la talla humana y política de un líder excepcional. John Carlin, observador privilegiado de esta etapa, traza un emocionante retrato de Mandela en el que demuestra que se puede ser un gran político sin dejar de ser una gran persona. |